Hola!!
Llego el día en el que entregamos el maravilloso cómic. Digo maravilloso porque estoy muy orgullosa del trabajo que nos ha quedado. Ha sido una mezcla de sensaciones con este trabajo ya que hemos tenido dificultades, pero también han sido momentos muy divertidos que he compartido con amigas de verdad.
En principio, preparamos el material para sacar las fotos. Izaskun hizo un trabajo increible como bien os dije en una de las entradas anteriores pinto todas las caretas igual-iguales. Después de preparar todo el material, llegó el día de sacar las fotos. Nos lo pasamos en grande! El sábado quedamos para modificar las fotos con el programa Photoshop. Tuvimos un pequeño problema: No se abría el programa. Después de un montón de rato descargando el programa de PhotoShop, lo conseguimos y modificamos las fotos que había que retocar.
El siguiente paso era conseguir colocar las fotos en forma de cómic mediante un programa que JoseMi nos indico en la plataforma Moodle pero no hubo forma de conseguir ninguno, así que decidimos usar un programa online de montajes de fotos llamado Pizap. Y finalmente, este ha sido el resultado de nuestro gran cómic:
Espero que os guste el cómic ya que a mi me ha encantado como ha quedado, para que entendáis hemos hecho un texto reflexivo sobre nuestro trabajo:
Este año, en el trabajo modular hemos investigado respecto al género y los estereotipos que están relacionados con ellos. Al principio, no sabíamos cómo abordar este tema, ya que es muy extenso y complicado de sintetizar en unas pocas hojas. Como personas, y sobre todo como mujeres, decidimos indagar en las consecuencias que tienen los estereotipos en nuestra manera de ser y en el carácter.
Al investigar sobre la imagen de la mujer durante la historia nos hemos dado cuenta de muchas cosas. La primera de ellas y la que nos ha traído a hacer este trabajo es la cosificación de la mujer.
Constantemente nos están bombardeando con imágenes de mujeres bellas que solo buscan dinero, ropa y un hombre que las mantenga. Hemos perdido todo tipo de derechos al convertirnos en simples muñecas. Un claro ejemplo de esto podría ser la Barbie que durante generaciones a acompañado a las niñas como muñeca de juegos preferida, pero ¿qué es lo que la Barbie y muñecas semejantes a estas nos han inculcado? Nada bueno, la verdad.
Mujeres que están calladas y siempre sonriente. Mujeres que solo desean vivir para estar bellas y para buscar un buen hombre que mantenga sus caprichos. Resumiendo, las mujeres somos consideradas meros objetos de decoración, somos algo que hace la vida de los hombres más bonita y cómoda, para que ellos puedan seguir dedicándose a obtener éxitos en el ámbito público.
Las mujeres somos personas ante todo, no somos una lista de atributos, no somos objetos que decoran. Parece que estamos condenas a vivir en la sombra de la imagen del hombre, y nosotras nos negamos en rotundo a esto.
No llevamos etiquetas, no somos solo madres, amantes, cocineras... somos más mucho más, somos mujeres y ante todo personas. Personas que luchan por obtener sus propios sueños y anhelos. No queremos escondernos detrás de nadie, queremos que se nos vea y que se nos escuche como iguales, y no como seres inferiores que constantemente hay que proteger y salvaguardar.
Lo peor de la objetivación, aunque parezca mentira, no es el hecho de la negación del derecho a ser personas completas, si no las consecuencias que tiene la cosificación de la mujer.
El mundo y nuestra sociedad ha utilizado muchas veces la cosificación de los seres humanos, un claro ejemplo de esto está en una capítulo reciente y muy oscuro de la sociedad occidental: la segunda guerra mundial y los campos de concentración.
Los nacis hicieron una gran campaña de desprestigio hacia no solo judíos, si no a todos aquellos que no considerasen que tuvieran los mismos derechos que ellos. Les trataron como animales, se les olvido u obviaron que con quien trataban eran personas, y como no las consideraban seres humanos, la violencia hacia ellos estaba justificada, de igual manera que un granjero mata a una vaca porque ya esta vieja y enferma.
Las mujeres hemos sufrido algo parecido. Cuando a un ser humano se le quita la identidad de persona, la violencia queda justificada, ya que ya no la ves como alguien independiente, si no como algo que es de tu propiedad y todos sabemos que hacemos lo que nos da la gana con nuestras cosas. La consecuencia más grave de esto es la violencia de género que tenemos que soportar a diario. Lo peor es que este tipo de violencia se esconde detrás de pequeños gestos cotidianos de los que no somos conscientes, porque los tenemos tan interiorizados que los damos por naturales.
Nosotras con este trabajo reivindicamos nuestro poder, nuestro derecho a ser personas y no cosas, nuestro poder de elegir y sobre todo, nuestro poder como mujeres libres e independientes. Se acabo esconderse detrás de las sombras de los hombres, es nuestra oportunidad de brillar con nuestra propia luz, esa luz que durante mucho tiempo nos han intentado apagar.
Esperamos que las cosas sigan cambiando y que, bien los hombres y bien las mujeres, siempre tengamos el derecho a elegir quiénes somos y quiénes queremos ser, sin tener que llevar en nuestra espalda el peso de lo que los demás y la sociedad espera de nosotros. Quitémonos las caretas, los tickets, los códigos de barras... apartémonos de todo aquello que nos quiera encasillar y marquemos nuestro propio camino, fiel a quienes somos en realidad.
Hasta la próxima!
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